Por Omar Andrango
Comunicador Social
“Ver y no tocar” solía ser la ley de los museos décadas
atrás. No obstante, con el paso del tiempo y tras amplios debates, se han
formulado numerosas estrategias orientadas a establecer nexos significativos entre
los visitantes, sus experiencias, los espacios y las exposiciones. Este cambio
de paradigma plantea trascender los objetos y enfocarse en las personas para
que los museos apoyen activamente a los procesos de desarrollo social.
Como consecuencia, las colecciones de los museos se
revalorizan no solo por su cuantía patrimonial e histórica, sino también por
ser catalizadoras de procesos críticos, reflexivos, que aportan en la
construcción de identidades locales.
Las estrategias educativas atenúan la distancia entre los niños y las exposiciones. |